El media es un tipo más. No sobresale de la sociedad, ni porque escribe como pocos, ni porque luce como pocos, ni porque transforma la sociedad. Es uno más y punto Toma cervezas con sus amigos, disfruta de los asados, se exita hablando y jugando al fútbol, un tanto más hablando de mujeres y un tanto más junto a ella/s. Cuando no juguetea con ella no se exita,sueña.Llora y se rie.
Pero el media, continuando con la terminologia cortazariana, es su propia jaula, su represión o más bien su no-represión es lo que lo condena y lo transforma en jaula. El media no se conforma y siempre está buscando ser algo más que lo que piensa que es. Y así persigue la zanahoria de la superación y se deprime cuando el burro le gana por una cabeza.
El tipo fue un bebé hermoso de los 0 a los 3; un nenito bueno de los 3 a los 5 y por eso fue abanderado en el jardín de infantes; un buen compañero hasta 7 grado, un chico correcto y aplicado que no hacia renegar a la maestra; un estudiante que nunca se quedó con una materia en todo el secundario y que escolto la bandera papal, en una institución en la que la directora, como buena católica, lo envia a uno a "encomendarse a la virgen" si algo anda mal.
Pero el media que había hecho todo lo que la sociedad le exigia para ser un hombre "bien", aunque él lo único que quería era destruir ese sistema, cuando quizó aprovechar los frutos de lo que había cosechado, cuando decidió vivir su vida de una vez por todas, el sistema: "lo encomendó al mercado".
- Miren chicos, no se sientan explotados por que les pagamos 500 pesos, porque esto no es un trabajo. Es una pasantía. Dijo el gerenciador de la organización de derechos humanos, que maneja cientos de miles al mes y el sueldo, perdón, el viatico del media.
- Che pibe, pero vos ya tenés 21. La obra social no te cubre más ¿Sos estudiantes?, le dijo el empleado de una obra social que ya lo considera un estorbo, un tipo fuera del mercado que no produce,a pesar de que trabaja.
Pero buen si era estudiante, le podían tener compación, ya lo explotarán más adelante.
El media como el hombre que reza, no le queda otra que conformarse con lo que hay y esperar por lo que viene.
Por suerte el media se refugia en algunos rincones donde, con las últimas fuerzas que le quedan después de cumplir con todo lo que le exigen para ser una "buena oferta laboral", expresa lo que quiere, con los que quiere y se come los fideos con tuco más ricos.
Ahí donde parece que ya nadie se engaña con "encomendarse al mercado" y donde a Estela le salen riquísimos.
