2.01.2008


Mirás el lomo del libro y buscás el más catedrático para leer y después decís... Qué bárbaro, qué genio, no sabes lo que leí, y entonces, a veces, dejás escapar las cosas mínimas. Sentí el olor, olor a tierra mojada, me decía siempre ella. Amaba el olor a tierra mojada. La miraba a los ojos, me endulzaba con su belleza y poniéndome un escalón por encima, dejaba caer una sonrisa sin sentir aquello que me pedía, quizás me parecía medio tonto, quizá me creía que yo era Oliveira y ella La Maga hablando de banalidades, ¿son banalidades? O es la soberbia del aspirante a intelectual.
De todas maneras eso me gustaba, compartir lo sencillo... en otoño, las hojas; en invierno, las bufandas de colores y la nariz roja; en primavera, la adolescencia; en verano, el atradecer; cada ciclo lunar, la luna llena.
Pero recién hoy me di cuenta de que el olor que precede a la lluvia: el de tierra mojada... no es una tontera como yo creía; qué tierra mojada si todavía no llovió! Tonto, tonto, es el de la tierra que ya se mojo y el aire trae el olor como adviertiendo que eso que se te viene encima, se viene. Así debería ser el temblor del suelo cuando en el medievo se aferraban a una espada y esperaban con una valentía envidiable.
Quizás ella que sabía oler en el aire la tierra mojada, sabía cómo iba a terminar todo, quizá por eso me miraba a los ojos y me preguntaba; ¿qué te pasa? Y yo puteaba a la percepción femenina; que inocente, unos libros leídos e igual me comí lo de la percepción femenina.
¿Sabrá cómo va a terminar todo? ¿Sabrán cómo va a terminar todo? ¿Dónde compro ese libro? Hace una año y un día se lo podría haber preguntado a mi abuela, una mujer con todas las letras y las edades; pero quizá me deje llevar por los lugares comunes que le escuché pronunciar; qué mal, ella era del campo y seguro sabía como olía la tierra mojada, al menos la tierra mojada de donde ella nació y creció y en su adolescencia la apreció, apreció el olor de esa tierra de la que yo volvía el día en que ella se fue. Me podría haber enseñado a sentir el olor y a entender eso que yo creí era percepción femenina..
Mejor, entreno los sentidos y las sigo disfrutando, sigo aprendiendo de ellas...

No hay comentarios: