3.08.2008


Mirás al cielo, hay sólo estrellas.
Entonces, sabés que quienes no tengan altos niveles de abstracción o desesperación no verán más que eso, estrellas...
Pero una hora antes, un amigo brujo me advirtió: "Es necesario creer en algo".
Pfff, pobre muchacho, forzándose por creer en algo para la que no encuentra respuesta. Sigo con mi escuela, hago lo que debo hacer, para ser quien quiero ser...
Pfff, dije dos horas después. Te tragastes toda la mierda, cumpliste con tu palabra, fiel como quien creé que hay algo más después de las estrellas; te esforzases más que nadie y te miraste al espejo para putearte, para sentir que la mierda que te comiste, la vomitabas y te la fregabas por el cuerpo: ¡Mierdaaaa!
Lágrimas de cocodrilo, dirían los viejos que pasaron la guerra, la entreguerra, la segunda guerra y la posguerra, pero vos sos un pichón.
Y ahí está la que te sacó tan temprano del cascarón. Ahí está para comerte porque sos débil, porque no es lo que quería. Así son las que paren algo, nunca se conforman. Feliz día, y a dormir maricón, nene de pecho.
Todo sigue igual... Todo sigue igual, cantó, canta y cantará el emperador de Lugano, que hoy fue el único que me dio fuerzas.
Cuando estalló una parte de lo que creí manejar, estallé yo. Fue una catarsis, quería estallar de rabia adolescente, por está lucha que me mantiene en vilo por saber que no estás allá arriba y, sin embargo, pensar que a veces me podes ayudar.
Hijo de puta, no se te ocurra hacerme subir porque no sabés el quilombo que te voy a armar. Sé que no me vas a llamar antes del día en que deje de ser, porque no queres decir que te equivocaste y yo no puedo volver más atrás. Que mierda sabés de lo que me gustaría creer en algo como vos...pero me cagó en la cruz que me haces cargar, porque no es mía, yo no quiero cargar nada. Me rompo la cabeza para reír después de tanto esfuerzo y por eso prefiero seguir dándome fuerzas.

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