4.19.2008


Caminaba todos los días el mismo recorrido. Dicen que desde la estación de Budge hasta la de Lomas, cortando Juan XXIII y subiendo en diagonal por Molina Arrotea. Dicen loco. Así lo llaman los vecinos que los van pasar, cada uno en una horario distinto, pero siempre al mismo. Un par de tornillos ajustados debe tener todavía, al menos dos, uno para cada hemisferio. Todavía tiene capacidad motriz, todavía recuerda el camino y todavía tiene noción de algo abstracto como el tiempo. "Es como Kant, uno puede ajustar su reloj al verlo pasar", aseguró el último filósofo que queda en Arrotea al 500.

Así le dicen, loco. Pero él también se encontró haciendo un camino, todos los días. De casa al trabajo, del trabajo a la facultad, de la facultad a casa. Alguna variación en las obligaciones, a veces, pero siempre medidas, siempre previamente acordadas por los mismos márgenes abstractos. Él repetía que se le pasaba la vida esperando el viernes, pero tampoco variaba mucho la rutina del fin de semana. Hago lo que quiero hacer y no me sale mal, se conforma, se convence, se alegra y el de tornillos flojos no le parece un loco.

Entre tanto cronograma, y sueño despierto de algo que rompiera con la regla... ese día, en el camino al trabajo, donde hace lo que le gusta de 10 a 16, aunque después lo sigue haciendo y pensado todo el día... ese día, se imaginó la libertad como una calle de campo abierto , libre, de 3 kilómetros, por la que pudiera correr a máxima velocidad, mientras que las veredas, de la mismas extensión, eran hileras de parlantes con Do the Evolution, al palo.

Tocó el timbre. Por los auriculares, Cristián Álvarez y Andrés Calamaro melodiaban: se prende fuego... Tenían razón, Álvarez siempre está en lo cierto, se había bajado adentro de una nube que no tenía olor a cielo. Todavía no estaba muerto, porque siento cómo el fuego me quema por dentro... fuego, fuego...
estamos enfermos, perdónennos
... el fuego hoy tapa toda la ciudad con su icono, el humo. Repetidas veces, su fuego le nublaba la cabeza...

estamos enfermos, perdónennos, perdónennos...
hago lo que quiero hacer y no me sale mal...



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