
- ¿Te acordás cuando te dije que quería
ser más?
- Sí. Pensé que ya me había olvidado,
pero todavía quedó abierta.
- Y por qué no me recontra cagastes a
puteadas.
- Por qué tenías razón. Ahí estás, tu
nombre es un referente, tu nombre es
"el" nombre, tu nombre es el
superhombre.
- Y quién te dijo que yo quería ser eso.
Lo único que quería es mandar a la
mierda a todos esos hijos de puta que no
dejan ser... Y así me transforme en
ellos.
- ¿Vos sos uno más? Entonces, yo que
soy.
- Vos disfrutas de la vida, y lo haces
luchando por tus compañeros, por la
gente. Yo ya no tengo tiempo para eso.
Creí que iba a luchar por todos y lo
único que me queda es luchar por mí,
porque sino me siento uno más.
- ¿Entre esos grosos te sentís uno más?
- Más que groso, un grosero hijo de puta
más. Ahí, pare ser "uno" tenés que ser
sólo uno, y yo quiero ser "más". El
"uno" que se lo mentan en el culo.
- ¡Pero te pelaste el lomo chabón! Por
qué te tiras abajo.
- Porque si me hubiese quedado caminando
el barrio con vos... Me hubiese
desgarrado de esfuerzo sin sentir dolor,
sin jugar a ser "el" nombre, sino
simplemente un hombre que lucha.
- Y por qué vas a luchar sino es por los
"más" ¿No?
- No ves, vos nunca quisiste ser "más".
Ya sabías dónde encontrarte.
Se miró, sonrió y cerró el acto existencial de esa
mañana frente al espejo. Tenía que ir a
forjar su nombre para quizá tener un
lugar fuera de lugar.
1 comentario:
Boludo... ¿Te dije que te quiero?
Publicar un comentario